Hace exactamente un mes, el seis de enero pasado, moría Ricardo Piglia, uno de los mejores escritores de nuestro tiempo. En su novela, Respiración Artificial, escribe un fragmento acerca de una constante de nuestra historia que hoy resulta profético:
"Los conozco bien, le dije, a éstos los conozco bien: vinieron para quedarse. No creas una palabra de lo que dicen. Son cínicos: mienten. Son hijos y nietos y bisnietos de asesinos. Están orgullosos de pertenecer a esa estirpe de criminales y el que les crea una sola palabra, (...), el que les crea una sola palabra está perdido".
Ricardo Piglia Respiración Artificial
No hay comentarios:
Publicar un comentario